De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Muerto
El autor de este artículo, al parecer, se ha ido a una de sus citas al WC y suponemos que murió como el desdichado de aquí a la izquierda. Así que en su memoria, no seas cabrón, ponle más chorradas al artículo. |
«Peluches de todos los países, uníos»
~ Bernard, peluche de Karl Marx, dirigiéndose a una masa de peluches en huelga. La carga policial que tuvo lugar a continuación provocó la muerte de alrededor de 3.000 de ellos además de descosidos, rotos y amputaciones en otros 5.000
«Lo que me faltabaaaa, además de tener que limpiar Espiña de judíos, marxistas y masónicos además tengo que matar peluches...¿Por qué todos me odian?»
~ El Paquísimo al enterarse de la llegada de las Brigadas Internacionales Peluchiles en ayuda de la República Fespañola durante la Guerra Civil
«¡Noooo, otra vez esos malditos peluchen nooo!»
~ Soldado nazi al ver llegar a las diviones peluchiles del Ejército Rojo. Al día siguiente sus compañeros solo encontraron de él un par de brazos clavados en una estaca
«A veces se pasan tres pueblos»
~ Stalin acerca de los métodos empleados por estos peluches
El origen del comunismo peluchil se haya en la figura de Bernard, el oso panda de peluche de Karl Marx. Gran conocedor de la obra de su amo (de hecho era él el que le corregía las faltas de ortografía), Bernard defenderá la importancia de los peluches en la revolución social, ya que al hallarse en las habitaciones de los niños de todas las familias burguesas podrían tomar el poder, eso sí, de una forma ultrasangrienta, en unas pocas horas.
Bernard organizó los primeros sindicatos para reclamar ser lavados a mano y con Norit, y no en la lavadora, y que se les permitiera beber vodka. En el año 1864 Bernard unificará todos estos sindicatos en la 1ª Mundial Peluchil. La 1ª Mundial llegará incluso a organizar una gran huelga a nivel cósmico el 38 de febrero del año 1872, ocupando estos seres sanguinarios algunas de las principales ciudades de la galaxia conocida, como Alcafrán, Corusant y Bilbao, además de la sede de la Generalitat catalana y varios Toys'R'Us. Los distintos gobiernos mundiales, aterrados por las masas de peluches que ocupaban las calles, avenidas, plazas, túneles, autopistas, autovías, carreteras nacionales, provinciales, comarcales, municipales, caminos de tierra etc. y que ya empezaban a ver que se les iba acabar lo de vivir del cuento el final de sus justos mandatos, decidieron entonces recurrir al consejo del político más sabio que ha dado la historia interplanetaria: Manuel Fraga Iribarne. Este les obsequió con las siguientes palabras:
La represión que siguió al 38-F se saldó con la muerte y destrucción de alrededor de 3.000.000 de peluches, incluyendo al propio Bernard, que es aplastado por un miembro de la Machakenabasendeporrenamontadenenmulen, es decir, la policía montada alemana del momento, concretamente la sección de jinetes de mula.
Tras la muerte de Bernard llega a la cúspide de la 1ª Mundial tras numerosos asesinatos Elmo, que reorientará el movimiento hacia un anarcosindicalismo ultranacionalista de carácter interplanetario más sangriento todavía, y que defendía que para llevar a cabo la revolución social era necesario el exterminio de todos los vendedores de alfombras (lo que los historiadores denominan "el antialfombrismo elmosiano"). Elmo comenzará a llevar a cabo una política de bombazo al canto, muriendo asesinado de esta manera el ultraespiñolista Luis Aragonés y Jackie Chan, presidente del Imperio Chino.
Mientras que durante el siglo XIX la cabeza del movimiento peluchil fue Germania, ya a principios del siglo XX empiezan a despuntar las organizaciones peluchiles afincadas en Ruchia, entre las que surgirá el comunismo peluchil ya propiamente dicho. Estos peluches lograrán tomar el poder en el país con la Revolución Rusa, eso si, utilizando a Lenin como tapadera para así no causar el pánico entre los humanos. El triunfo de la Revolución Peluchil Rusa (nombre sugerido por el infamado historiador Scot McDrunk para designar al verdadero proceso revolucionario) provocó la caída en desgracia de Elmo, al que se le acusó de "pasarse cincuenta años tocándose los mismísimos y no conseguir ningún avance productivo" (Citado textualmente del "XXXII Congreso de la 1ª Mundial"), siendo expulsado de su cargo. Elmo terminará sus días alcoholizado y muriendo de cirrosis en el renombrado hospital de Monadieso de la Fuente, provincia de Albacete.
Además de mandar a Elmo a la mierda, en el citado XXXII Congreso subirá al poder el líder de los peluches comunistas ruchos, conocido como Hello Kitty, y el comunismo pasará a partir de entonces a convertirse en la ideología de la 1ª Mundial, abandonándose las mariconadas anteriores, además de que la URSS pasará a convertirse en el eje de todo el movimiento. Una URSS, recordemos, realmente controlada por los peluches, siendo Lenin, Stalin y compañía no más que meros títeres, eliminados en el momento en que Hello Kitty consideraba que se volvían demasiado blandos. Sin embargo, de cara al pueblo se logró eficazmente hacer pensar que estos eran los verdaderos líderes y que los peluches no eran más que una coalición menor.
El siguiente acontecimiento que el alcohol no ha conseguido destruir de las ya bastante fastidiadas neuronas de aqueste escribano relacionado con los jodidos peluches nos lleva a la lejana y fermosa cual moza con bellas ubres República Fespañola o Aspañola, en torno a los años veinte más diez más o menos. En esta nación de realidades pluriétnicas y plurihomosexuales un señor de la guerra enano, conocido popularmente como Minas de Moria (conocidas actualmente como el Valle de los Jodidos).
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